martes, 8 de septiembre de 2015

MUERTE DE JESÚS


MUERTE DE JESUS

Según el testimonio concordante de los cuatro evangelios, Jesús murió un viernes, según Jn 1.9,14.31a.42 el 14 de nisán (parasceve de la passah), según Mc 15,42 par. el 15 de nisán (el mismo día de la passah). No es posible armonizar la disparidad de estos datos. El intento por resolver el problema recurriendo a un doble calendario (Jaubert) puede considerarse fracasado. Aún teniendo bien en cuenta los argumentos de los sinópticos, la mayoría de los exegetas se inclinan por la cronología joanea, aunque tienen que contentarse con el año 30 como fecha meramente aproximativa. Según Mc 15,34 par. la muerte se produjo en la hora nona y, en todo caso, no mucho después de la crucifixión (Mc 15,25: tres horas; Jn 19,14: seis horas). Como causa de la muerte se proponen, además de un agotamiento generalizado (cf  Simón de Cirene), la asfixia y la perdida de sangre a consecuencia de la flagelación y la sujeción a la cruz con clavos, todo lo cual habría producido un rápido colapso. Los evangelios, que son los únicos testigos, describen la muerte con verbos y giros en parte poco usuales, pero con una significación inequívoca (Mc 15,37.39 par. Lc: <expiró>; Mt 27,50: <exhala el aliento vital> o Jn 19,30: <entrego el espíritu>. De las siete palabras en la cruz (Mc 5,34 par. Mt; Lc 23,34.43.46; Jn 19,26s.28.30), la que reclama la más alta probabilidad, justamente por su dureza, es la del <grito de abandono> del Sal 22 (Mc 15,34, palabras de Jesús en la cruz). Los evangelistas tienen es­pecial interés en insistir en el hecho de que la muerte fue real, con la mirada puesta, no en último término, en las tempranas dudas y los intentos por negarla (cf. la hipótesis del robo en Mt 27,64; cf. Jn 20,3). No están exentas de propósitos apologéticos, entre otras, las escenas de la perforación del costado de Jesús con una lanza. (Jn 19,31-37), el diálogo del centurión con Pilato sobre la rapidez con que se .produjo el fallecimiento (Mc 15,44s.), la sepultura con testigos oculares (MC 15,47 par.) en un sepulcro bien localizado y destinado a una sola persona (Mc 15,46 par.; Jn 19,41); cf la insistencia en la sepultura en la antigua confesión de fe de 1 Car 1.5,3s.; la custodia del sepulcro con guardias (Mt 27,62-66). Fueron testigos históricamente fia­bles según los cuatro evangelios algunas mujeres de Galilea conocidas por sus nombres, aunque solo pudieron verlo <desde lejos> (Mc 15,40s. par.; Jn 19,25ss.). Es discutido recurso a la sábana santa de Turín. La muerte de Jesús nunca aparece en el Nuevo Testamento descrita solo en sus factores externos, sino siempre vinculada a su significación salvífica de perdón de los pecados y reconciliación con Dios (expiación). Tienen función interpretativa en los sinópticos el eclipse de sol (Mc 15,33 par.), el desgarramiento del velo del templo (Mc 15,38 par.) y la resurrección de muertos (Mt 27,52s.). Son asimismo esquemas de interpretación, sobre todo en las cartas paulinas, las referencias al culto sacrificial veterotestamentario (Lv 1-7), a la liturgia del Día de la Expiación (Lv 16), a la teología martirial (1 Mac 6s.) y al canto del  Siervo de Yahveh (Is 5:3). Existe abundante controversia en torno a la pregunta de la interpretación que el Mismo Jesús daba su muerte (Mc 10,45; 14,24).

·                Bibliografía: A. JAUBERT, La date de la Cène, P 1957; J. BLINZLER, Der Prozess Jesu, Rb 41969 (trad. castellana: El proceso de Jesús, Ma 1968); K. KERTELGE (dir.); Der Tod Jesu. Deutungen im NT (QD 74), Fr 1976; G. FRIEDRICH, Die Verkündigung des Todes Jesu im NT, Nk 1982; C. BARTH, Der Tod Jesu im Verständnis del NT,  Nk .1992: W. BÖSEN, Der letzte Tag des Jesus von Nazaret, Fr 31995; CH. COHN, Der Prozess und Tod Jesu aus judischer Sicht, F 1997; S. J. PATTERSON, Bey­ond the Passion: Rethinking the Death and Life of Jesus, Mn 2004; J, FREY y J. Schröter  (dirs.), Deutungen des Todes Jesu im Neuen Testament, Tu 2005; S. MCKNIGHT, Jesus and His Death: Historiogniphy, the historical Jesus, and Atonement Theory, Waco 2005; C. PULCINELLI, La morte di Gesu come espiazione: La concezione paulina Cinisello Balsam° 2007,
Willibald Bösen


Diccionario Enciclopédico de Exégesis y Teología Bíblica

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