NUESTRA VIDA ES UNA
VIDA DE CRUZ QUE NOS PURIFICA
El Plan de Dios para
la Salvación
Amigo mío: Te voy a hacer la
pregunta más importante de tu vida. El gozo o la tristeza que experimentes en
la eternidad dependen de tu respuesta. La pregunta es: ¿Estás salvado? La
pregunta no es cuán bueno eres, o si perteneces a alguna iglesia, sino ¿estás
salvado? ¿Estás seguro que irás al cielo cuando mueras?
Dios dice que para ir al cielo, tienes
que nacer de nuevo. En Juan 3:7, Jesús le dijo a Nicodemo, “Os es necesario
nacer de nuevo”. Dios nos da en la Biblia el plan de cómo nacer de nuevo,
o cómo salvarse. Su plan es muy sencillo y tú puedes salvarte el día de hoy.
¿Cómo?
En primer lugar, amigo mío, debes
reconocer que eres pecador. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos
de la gloria de Dios”(Romanos 3:23). Por cuanto eres pecador, estás condenado a
la separación eterna de Dios. “Porque la paga del pecado es
muerte” (Romanos 6.23). Esta muerte incluye una separación eterna de Dios
en el infierno. “ . . . está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27.
Sin embargo, Dios te amó de tal manera
que dio a su Hijo unigénito, Jesucristo, como tu sustituto. El pagó por tu
pecado en la cruz y murió en tu
lugar. “ . . . por nosotros Dios lo hizo pecado [A Jesús, quien no
conoció pecado] para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él” (2 Corintios 5:21).
Jesús tuvo que derramar su sangre y
morir por ti. “Porque la vida de la carne en la sangre está”, (Levítico
17:11).
“Sin derramamiento de sangre no se hace
remisión” (Hebreos 9:22).
“Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos
5:8).
Nuestra mente no alcanza a comprender
cómo Jesús fue juzgado por todos nuestros pecados, pero Dios así lo afirma en
su Palabra. Así que Jesús pagó por tu pecado y murió por ti. Esto es verdad,
Dios no puede mentir.
Amigo mío, “Dios . . . ahora manda
a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).
Este arrepentimiento es un cambio de mente, es aceptar delante de Dios que eres
pecador y necesitas apropiar lo que hizo por ti en la cruz.
En Hechos 16:30-3l, el carcelero de
Filipos les preguntó a Pablo y Silas: “ . . . Señores, ¿qué debo hacer
para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo . . .
”. Simplemente cree que él pagó por tus pecados, murió en tu lugar, fue
sepultado, y resucitó. Esta resurrección le asegura al creyente que tiene vida
eterna cuando recibe a Jesús como su Salvador personal.
Simplemente tienes que creer que él
pagó por tus pecados, murió en tu lugar, fue sepultado y resucitó por ti. Luego
invócalo. “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
salvo” (Romanos 10:13. “Todo aquel” te incluye a ti. “Será
salvo” no significa que quizá sea salvado, sino que afirma que será
salvado. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
En Lucas 18:13 encontramos que el
pecador oró: “ . . . Dios, sé propicio [misericordioso] a mí, pecador”.
Seguramente te das cuenta que eres pecador. Ahora mismo, dondequiera que estés,
dirígete a Dios y con tus propias palabras ora así:
“Dios, sé que soy un pecador. Creo que
Jesús fue mi sustituto cuando murió en la cruz. Creo que su sangre derramada, su muerte,
sepultura, y su resurrección fueron para mí. Lo recibo ahora como mi Salvador. Te agradezco el perdón de mis pecados, el
regalo de la salvación y la vida eterna, por su gracia misericordiosa. Amén.”
Abrázate de Dios y su Palabra, y
reclama esta salvación por fe. Cree, y serás salvo. Ninguna religión ni ninguna
obra buena puede salvarte. Recuerda, Dios es el que salva.
Resumiendo, el plan de Dios es
sencillo: Tú eres pecador. A menos que creas que Jesús murió en tu lugar,
pasarás la eternidad en el infierno. Si crees en él como tu Salvador, crees que
fue crucificado, sepultado y que resucitó por ti, recibirás por fe el perdón de
todos tus pecados y el regalo de la salvación eterna.
Quizá piensas que esto no puede ser tan
sencillo pero sí lo es, la Palabra de Dios lo afirma. Amigo mío, cree en Jesús
y recíbelo como tu Salvador hoy.
Si este folleto no está perfectamente
claro, léelo varias veces, pídele a Dios que te ayude a entenderlo, y no lo deseches
hasta que lo entiendas y esta salvación sea tuya. Tu alma vale más que el mundo
entero.
“Porque ¿qué aprovechará al hombre si
ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36). Asegúrate de ser
salvo. Si pierdes tu alma, también perderás el cielo y lo perderás todo.
Permite que Dios te salve en este momento.
Dios tiene el poder para salvarte para
siempre. El también te va a permitir que vivas una vida cristiana
victoriosa. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana;
pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,
sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis
soportar” (1 Corintios 10:13).
No confíes en tus sentimientos, pues
ellos cambian, afírmate en las promesas de Dios, que nunca cambian. Después de
que has sido salvado, hay tres cosas que tienes que practicar diariamente para
crecer espiritualmente: Ora, de esta manera hablas con Dios; lee la Biblia, así
es como Dios habla contigo; comparte esta salvación que has recibido con otros.
“Por tanto, no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor,” (2 Tim. 1:8). “Si alguien me confesare
delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en
los cielos” (Mateo 10:32).
Más
Versículos Bíblicos
Juan 3:16, 1 Pedro 2:24, Isaías 53:6, Santiago 1:15, Romanos
10:9-10, Efesios 2:8-9, Proverbios 27:1, 1 Corintios15:3-4, Juan 10:27-30, 1
Juan 5:13
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