miércoles, 12 de agosto de 2015

Cap. VI

INTRODUCCIÓN al Cap.  VI :

Y el Cordero comienza a abrir y dinamizar los Centros Energéticos en el hombre, lo que quiere decir que cuando el hombre aspira a la perfección el <flujo> Íntimo le ayuda a vitalizar los Centros Energéticos <las siete iglesias> que están en su propio cuerpo y estos centros comienzan a radiar con todos sus pétalos o rayos hasta alcanzar a oír la voz del Íntimo.
Cada apertura de un sello o Centro Energético confiere al hombre una virtud y un poder ingente.


Cap VI

Los sellos

6:1 Vi (por medio de la concentración, la visualización, imaginación y pensamiento, y entonces vi con el ojo interno) cuando el cordero (El Yo que alcanzó la Conciencia Divina) abrió uno de los sellos (el Centro Energético Cardiaco, iglesia de Tiatira por donde comienza la iniciación o la entrada al mundo interno, porque el hombre piensa en su corazón y es el mundo del pensamiento y de la naturaleza intelectual; así es que cuando el Yo Soy dirige el poder Creador al Centro Energético Cardiaco desella uno de los sellos, no el primero), y oí a uno de los cuatro seres vivientes (animales, la divinidad de los elementos del aire, o la divinidad <flujo regente> de estos elementales los que, verdaderamente, ante el ojo clarividente tienen mucha semejanza con los animales, así como los tienen los elementos de la Naturaleza) decir como con una voz de trueno: ven y mira (los elementales del aire o ángeles del aire, trabajaron la mente del hombre o su cuerpo mental cuya alegoría es el caballo blanco, aludido en el párrafo siguiente. Domina y es servido por los ángeles del aire aquel ser que dedica toda la fuerza del pensamiento al mundo interno. Con una concentración perfecta puede llegar a montar el caballo blanco).

6:2 Y mire (y me concentré), y he aquí un caballo blanco (el cuerpo mental); y el que lo montaba tenía un arco (es el Dios regente del Centro Energético Cardíaco, iglesia de Tiatira. Es el Sol en el hombre o el pensamiento divino que maneja su arco o su mente para iluminar los <flujos> mentales inferiores. Es como o el Sol, el arquero; dispara su arco, pensamientos, rayos a un ideal elevadísimo, a la iluminación); Y le fue dada una corona (de luz por su esfuerzo y resistencia en la iniciación interna), y salió venciendo, y para vencer (y fuera dueño y señor del mundo mental).

6:3 Cuando (El Yo Soy) abrió (con la Energía Creadora) el segundo sello (el centro energético solar o iglesia de Pérgamo), oí al segundo ser viviente (<de apariencia animal>, la divinidad de los elementos del fuego que trabajaron el mundo de las emociones e instintos) que decía: Ven y mira.

6:4 Y salió otro caballo, bermejo (rojo ígneo o el mundo pasional); y al que lo montaba (Dios <flujo> regente de este Centro Energético, que dominó los instintos de este mundo y pudo dominar la prueba del fuego) le fue dado el poder de quitar de la tierra la paz (como dijo Jesús: No vine a dejar paz sino guerras), y que se matasen unos a otros (los ejércitos del enemigo Secreto o pasiones se dividen); y le dio (al ángel de este Centro Energético) una grande espada.

6:5 Cuando (el Logo) abrió (con el fuego sagrado) el tercer sello (que es el Centro Energético Sexual, iglesia de Esmirna), oí al tercer ser viviente (<en apariencia animal > el espíritu de los elementos del agua, que trabajaron en el cuerpo o mundo de los deseos o astral) que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro (el cuerpo de los bajos deseos y sentimientos inferiores); y el (la Divinidad) que lo montaba tenía una balanza en la mano (por esta iglesia o Centro Energético, el hombre obtiene la salud y recibe el equilibrio en el sistema nervioso. La divinidad de este centro regula el proceso vital. Los <reflujos> inferiores del cuerpo de los deseos no viven sino para comer y hartarse de alimentos materiales, sin pensar en los alimentos espirituales que son representados por el vino y el aceite; por eso están siempre hambrientos de sabiduría).

6:6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes (animales en apariencia) que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario (comidas materiales se pueden adquirir y hasta con escasez); pero no dañes el aceite ni el vino (el vino como agente espirituoso y el aceite como productor de unción y de luz: Sólo el que domina el cuerpo de deseos tiene la facultad de distinguir y alimentarse con alimentos espirituales y ver la luz dentro de sí mismo).

6:7 Cuando (la Energía presionó y) abrió el cuarto sello (el Centro Energético Básico o Fundamental, iglesia de Éfeso), oí la voz del cuarto ser viviente (ser, flujo o divinidad de los elementos de la tierra que trabajaron el cuerpo vital), que decía: ven y mira.

6:8 Y mire, y he aquí un caballo amarillo (el cuerpo vital dinamizado por la Energía refleja el color rojo amarillo en el iniciado y rojo y azul púrpura en el místico devoto), y el que lo montaba (Divinidad <flujo>) tenia por nombre Muerte (porque la vida física es la muerte del Espíritu, el que, cuando desciende al cuerpo físico se olvida de su origen, de su saber y de su poder), y el Hades (<Infierno> el mundo inferior que yace en el bajo vientre en donde mora el enemigo secreto, llamado Demonio con sus ejércitos) le seguía; y le fue dada potestad (al iniciado que domina el cuerpo vital) sobre la cuarta parte de la tierra (sobre los <reflujos> de tinieblas que rigen el mundo inferior del físico), para matar con espada (flamígera), con hambre (de saber), con mortandad, y con las fieras de la tierra (las pasiones bajas que una vez excitadas se matan unas a otras y todo reino que se divide entre si se extingue).

6:9 Cuando (el Iniciado) abrió el quinto sello (la energía Creadora tomó el camino del ascenso hacia el Padre y abre el Centro Energético Laríngeo, iglesia de Sardis), vi bajo el altar (en el fondo del Centro Energético) las almas (flujos que habitan en los ocho radios inactivos del mismo centro. El Centro Energético Laríngeo posee 16 pétalos o flujos, ocho de los cuales son activos y los otros latentes) de los que habían sido muertos (sacrificados, atrofiados o los que no están todavía dinamizadas por la Energía creadora sino que están reprimidos) por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían (de las cosas espirituales, porque el poder del Verbo Divino está latente en ellos).

6:10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, Santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? (y de los elementos de la vida carnal y pasional, quienes decretaron nuestro atrofiamiento y muerte durante el ciclo de la encarnación).

6:11 Y se les dieron vestiduras blancas (aura de luz), y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que completaran el número de sus ciervos y sus hermanos (de todos los demás centros Energéticos y sus pétalos sean energizados y entren en acción, cuando los vitalice la Energía Creadora), que también habían de ser muertos como ellos.

6:12 Miré cuando abrió el sexto sello (el Frontal, iglesia de Filadelfia), y he aquí hubo un gran terremoto (y la glándula pituitaria, trono del hijo, al recibir la fuerza regenerativa se estremeció); y el sol (la mente) se puso negro como tela de silicio (obscura, sin poder pensar), y la luna toda como sangre (el intelecto se apagó).

6:13 Y las estrellas del cielo (los pensamientos del intelecto) cayeron sobre la tierra (descendieron sobre el mundo inferior por erróneos o equivocación), como la higuera deja caer a sus higos cuando es movida por un fuerte viento.

6:14 Y el cielo se desvaneció (y todo el Cerebro se ofuscó) como un pergamino que se enrolla; y todo monte (iglesias o Centro Energético) y toda isla (glándulas que funcionaban) se removió de sus lugares (dejaban de funcionar).

6:15 Y los reyes de la tierra (las fuerzas regentes del mundo inferior), y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre (y todas las fuerzas y facultades inferiores), se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes (se ocultaron en todos los refugios y laberintos del mundo inferior del cuerpo);
6:16 y decían a los montes y a las peñas (iglesias o Centros Energéticos): Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sobre el trono (el Iniciado), y de la ira (fuego purificador) del Cordero (a quien siempre hemos combatido y hemos retardado la realización de su obra).

6:17 porque el gran día de su ira (su poder) ha llegado (el gran día de su triunfo); ¿y quién podrá sostenerse en pie? (ante el advenimiento de la Súper-conciencia todo poder intelectual se decrece y se elimina)



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