INTRODUCCIÓN
al Cap. XIV :
Pero el Cordero con sus <flujos> de Luz ante el
Padre Celestial cantan el cuarto canto del triunfo, que pertenece al cuarto
grado de la iniciación y envía a castigar a los que tenían el nombre de la
bestia en su frente; esto es, a los que adoran a la Naturaleza inferior con su
mente carnal, con el fuego y el furor de sus propias pasiones, y así “no tienen
reposo de día ni de noche” porque todos tienen que ser devorados por aquel
fuego en lugar hallado fuera de la ciudad-cuerpo purificado.
El cántico de los 144 mil
Cap. XIV
14:1 Después
miré, y he aquí el Cordero
(cuarto animal símbolo, el Agnus Dei, el Cristo, el Yo Soy y por fin, el
Íntimo) estaba en pie sobre el monte
Sión (por la exaltación, o ascenso al Padre, en la cabeza), y con él ciento cuarenta y cuatro mil
(todos los poderes jerárquicos <flujos> que rigen las siete Iglesias de
Asia, Centros Energéticos del hombre, conquistados a la Luz del Padre: a toda
la humanidad, por el Hijo Cristo), que
tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. (El<flujo>
del Padre en el entrecejo <Iglesia de Filadelfia>, rige el cielo o la
cabeza; el del hijo, en la Pituitaria domina en el corazón <Iglesia de
Tiatira> y el del Espíritu Santo en la Pineal <Iglesia de Laodicea> gobierna
el sexo).
14:2 Y oí una voz del cielo (del Padre) como
estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno (voz potente y
armoniosa); y la voz que oí era como de
arpistas que tocaban sus arpas (la Verdadera Armonía Celestial y Suprior que
es el Verbo).
14:3 Y cantaban un cántico nuevo (pero no es cántico sino sonidos armónicos,
semejantes a la música de las esferas y era como nuevo) delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes (espíritus
de los elementos), y de los ancianos
(facultades del Espíritu); y nadie podía
aprender (de los <flujos> inferiores) el cántico (el sonido vibratorio de las esferas) sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil
(iluminados, esto es, toda la humanidad), que
fueron redimidos de entre los de la tierra (de los Centros Energéticos del
cuerpo o Iglesias de Asia).
14:4 Estos son los que no se contaminaron
con mujeres, (aquellos seres y
<flujos> de pureza perfecta que no siguieron el camino de la
prostitución), pues son vírgenes
(hijos de la Luz pura e Inefable en el hombre). Estos, son los que siguen al Cordero por dondequiera que va (que
fueron la emanación del Íntimo, aquellos poderes virginales que nunca pueden
descender hasta la animalidad y que siempre siguen el Yo Soy, Íntimo, para
salvar los demás <flujos> de los infiernos). Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias (porque
ellas fueron las primeras y más cercanas emanaciones del Íntimo) para Dios y para el Cordero (y su lugar
es siempre el mundo del Espíritu Divino y que están por encima de envolverse en
materia mental);
14:5 y en sus
bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
El
mensaje de los tres ángeles
14:6 Vi (Divinidad <flujo>) volar
por en medio del cielo a otro ángel (en el mundo del espíritu o cabeza), que tenia el Evangelio Eterno (del
saber) para predicarlo a los moradores
de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo (porque el Yo Soy ha
encarnado sucesivamente en todas las razas y pueblo en donde se desarrolló el cielo
de evolución humana),
14:7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y
dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado (ya terminó el tiempo); y adorad a aquel que hizo el cielo (el mundo del espíritu) y la tierra (el físico), y el mar (el del deseo) y las fuentes de las aguas (el ánimo
psíquico).
14:8 Otro ángel (Divinidad<flujo>) le siguió diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia (la Naturaleza
física con su lujuria y apegos), la gran
ciudad (porque el conquistador de si mismo se libró de sus limitaciones), porque ha dado (anteriormente) a beber a todas las naciones del vino del
furor de su fornicación.
14:9 Y el tercer Ángel (divinidad) los
siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen (si
adora a la lujuria de la naturaleza inferior), y recibe la marca (de sus hechos) en su frente, o en su mano,
14:10 el también beberá del vino de la ira de
Dios (que es la miseria de la vida
corporal rodeada de enfermedades y zozobras), que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con
fuego y azufre (con el fuego insoportable de sus pasiones en el mundo del
deseo, hasta desintegrar al cuerpo de deseos y sufrir la segunda muerte) delante de los santos ángeles
(<Flujos> de luz en el hombre) y
del Cordero (el Cristo, el Yo Soy que mora en el mundo del Espíritu);
14:11 y el humo de su tormento (del fuego de las pasiones y deseos) sube por los siglos de los siglos (hasta
la completa purificación). Y no tienen
reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen (a la
Naturaleza inferior y su intelecto), ni
nadie que reciba la marca de su nombre (la ignorancia).
14:12 Aquí está la paciencia de los santos,
los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Aquellos <flujos> y seres de la conciencia de
la verdad que soportan la vida y sus atractivos con paciencia y fe en la
Justicia Divina).
14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía:
Escribe: Bienaventurados los muertos (en
vida o las almas encarnadas) que mueren
(desencarnan para identificarse) en el
Señor. Si, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos (de sus luchas
para la liberación); porque sus obras
con ellos siguen.
La
tierra es segada
14:14 Miré, y he aquí una nube blanca (aura pura); y
sobre la nube (el <flujo> Íntimo o el hombre perfecto) uno sentado semejante al Hijo del Hombre,
que tenia en su cabeza una corona de oro (resplandeciente), y en su mano una hoz aguda (segadora,
recogedora).
14:15 Y del templo (del entrecejo, Iglesia de Filadelfia) salió otro Ángel (divinidad, primer
Logo), clamando a gran voz al que estaba
sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega (la naturaleza anímica); porque la hora de segar ha llegado, porque
la mies (las obras de la Iniciación) de
la tierra (cuerpo físico) está
madura.
14:16 Y el que estaba sentado sobre la nube (el Íntimo, imagen del hombre perfecto) metió su hoz en la tierra, y la tierra fue
segada (y todas las almas fueron acogidas en su seno).
14:17 Salió otro ángel (el segundo Logo) del templo (de la glándula pituitaria en la cabeza, iglesia de
Laodicea) que está en el cielo, teniendo
también una hoz aguda.
14:18 Y salió del altar
(corazón) otro ángel (tercer Logo de la pineal) que tenia poder sobre el fuego
(Creador), y llamó a gran voz al que
tenia la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda (en la espina dorsal en donde moran los
<flujos> de fuego-luz), y vendimia
los racimos de la tierra (los cinco vientos de vida que corren por este
sendero para el adelanto espiritual), porque
sus uvas están maduras (porque por la iniciación interna el hombre llegó a
la iluminación, y por la fuerza de su voluntad mágica hay que suprimir
definitivamente todas las perturbaciones de la carne y despertar los demás
centros).
14:19 Y el Ángel (divinidad Íntima) arrojó su hoz aguda (su energía fuego) en la tierra (en el cordón espinal, tubo del Kundalini o serpiente
de fuego), y vendimió la viña de la
tierra (aquel cordón central, que comunica el espíritu a la materia), y echó las uvas (sus vientos de vida,
sus cuatro Centros, <Básico – iglesia de Éfeso, Sexual – iglesia de Esmirna,
Solar – iglesia de Pérgamo y Corazón – iglesia de Tiatira> que fueron
necesarios durante la vida física) en el
gran lagar de la ira de Dios (en el mundo de los deseos llamado por otros,
infierno y purgatorio en donde las pasiones del hombre arden con furor y le
atormentan cruelmente, porque ya no tiene cuerpo físico para satisfacerlos.
Este ardor seguirá hasta consumir el último <flujo> de la pasión sentida
y concebida por el hombre, el que, quedará puro y limpio después de ese purgatorio).
14:20 Y fue pisado lagar hallado fuera de la
ciudad, (Este cuerpo de deseos
sufrirá el ardor después de muerto el cuerpo físico) y del Lagar salió sangre, (emanaciones pasionales del cuerpo de
deseos), hasta los frenos de los
caballos (o cuarto centro Energético inferior el Solar para contaminarlo), por mil seiscientos estadios (que
llegan hasta el cuerpo luminoso o solar. La vid o la viña es el cordón de las
corrientes del sistema nervioso cerebro espinal, el que produce las emociones y
la sensibilidad y produce también en el aura, que está fuera del cuerpo, el
color de la sangre o color de las excitaciones carnales que trata de contaminar
nuevamente los cuatro centros inferiores; mientras que el cuerpo solar está en
estado fetal y que, algún día, será el traje de bodas según el Evangelio,
cuando se desposa el alma con el Espíritu o cuando llega el hombre a la unión
con su Íntimo, esfuerzo de la iniciación, por medio de la transmutación del
amor afectivo en el Amor Divino).
“En el quinto grado, y durante el
esfuerzo de su encarnación, el conquistador será vestido de vestiduras blancas
y no se borrará su nombre del libro de la vida”.
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