sábado, 15 de agosto de 2015

Cap. XI

INTRODUCCIÓN al Cap.  XI :

Entonces el Iniciado ya puede medir su templo y aquilatar su poder.
Y valora el poder de los dos testigos o cordones izquierdo y derecho por donde pasan la Energía polarizada: la pasiva y la activa, cuya unión forma el poder equilibrado o fuego Luz en el cordón central, que es el fiel testigo tercero.
Cuando esta Energía triunfa, se manifiesta, la bestia o naturaleza inferior hará la guerra contra ellos y los vencerá durante tres días y medio o tres años y medio, mitad del tiempo indicado para la iniciación; después de este tiempo de probación surge en estos tubos o conductos el espíritu de vida y vuelven nuevamente a la actividad y el fuego sagrado asciende al cielo, cabeza, morada del Padre. Y entonces el séptimo ángel vocaliza la Palabra Sagrada y el canto del triunfo del Tercer Grado; porque el arca (el cerebro) y el templo fueron abiertos para recibir la ciencia Sagrada y comprenderla.


Cap. XI

Los dos testigos

11:1 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir (la espina dorsal), y se me dijo: Levántate, y mide (penetra y estudia) el templo de Dios (el cuerpo humano), y el altar, (el corazón) y a los que adoran en el (divinidades <flujos>).

11:2 Pero el patio (el bajo vientre) que está fuera del templo déjalo a parte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los Gentiles (a los deseos inferiores y ejercito de las pasiones); y ellos hollarán la ciudad santa (que es el cuerpo físico) cuarenta y dos meses (o lo que equivale a tres años y medio; la mitad del periodo de la Iniciación que se compone de siete años, edad del maestro).

11:3 Y daré a mis dos testigos (las dos corrientes divinas: la una positiva, que pasa por el cordón derecho de la medula espinal y la otra negativa por el cordón izquierdo de la misma medula: IDA y PINGALA) que profeticen por mil doscientos sesenta días (o durante la otra mitad del periodo de Iniciación o tres años y medio, porque durante la primera mitad las fuerzas inferiores siguen gobernando el cuerpo físico, mientras que en la segunda mitad, la Corriente Divina que desciende de la Unidad y se hace dual IDA y PINGALA, vago y simpático, los dos testigos de la Unidad, penetran y ascienden gradualmente por el tubo central hasta llegar al Padre de una manera imperceptible), vestidos de silicio (conductos o cordones).

11:4 Estos testigos son los dos olivos, y los dos candelabros que están en pie delante del Dios de la Tierra (Los dos cordones de la Energía Divina dual son IDA y PINGALA. A la manera de la electricidad, el Yo soy desde el séptimo plano de la Unidad o cabeza, emana la fuerza vital en forma dual: positiva o proyectora y pasiva o receptora; masculino y femenino.
Pero si estos dos polos no se encuentran en alguna parte se pierden en el espacio, y para limitar o utilizar sus fuerzas hay que unirlos en circuito.
La unión de los Polos es el misterio de la creación. Mientras están separados significan emanaciones del Íntimo, pero emanaciones inútiles, porque se pierden en el espacio infinito; mas, cuando se unen, desarrollan una creación que toma el camino del retorno a la Unidad Superior.
La Energía Vital o Creadora debe descender hasta el físico. El Iniciado o el Adepto tiene por objeto detenerla en la base de la medula espinal para retomar el sexto mundo y no derramarla a la tierra, porque si esto sucede no podrá seguir el sendero interno.
La pureza en los tres conductos o canales es tan necesaria, que sin ella no habrá buena circulación en el conducto central de donde se distribuye por todo el cuerpo.
Los canales positivo y negativo funcionan a lo largo de la curvatura del cordón central y ponen en acción la libre y espiritual corriente central. Tienen distintos conductos para unirse entre si, pues de lo contrario sus radiaciones serian inútiles, como los dos polos de la electricidad cuando se encuentran sueltos.

11:5 Si alguno (por hechicería o magia negra) quiere dañarlo (usando este poder para el mal), sale fuego (sagrado) de la boca de ellos, y devora a sus enemigos (que emplearon vilmente este poder); y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera (por el mismo poder empleado para el mal).

11:6 Estos tienen poder (por hechicería o magia negra) para cerrar el cielo (usando este poder para el mal), a fin de que no llueva en los días de su profecía (que emplearon vilmente este poder); y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir (por el mismo poder empleado para el mal).

11:7 Cuando hayan acabado su testimonio (cuando la Iniciación toque a su fin y el neófito se torna en verdadero iniciado, proviene la crucifixión), la Bestia (mente y naturaleza inferior) que sube del abismo (del bajo vientre, morada del enemigo Secreto o Satanás) hará guerra contra ellos (contra los <flujos> de Fuego-Luz y despierta la Serpiente Ígnea que yace enroscada en el Sacro y le obliga a ascender hasta el cerebro en donde se convierte en corona de espinas para el iniciado como acaeció con Cristo, porque este es el proceso de la verdadera iniciación y es horriblemente doloroso) y los vencerá (sus dominios) y los matará (como murió el Cristo en la Cruz y como muere diariamente en la Cruz de nuestro cuerpo físico).

11:8 Y sus cadáveres (o sus vehículos) estarán en las plaza (calles) de la gran ciudad (en los cordones, canales y ganglios espinales del cuerpo físico, de la Gran ciudad), que en sentido espiritual se llama, Sodoma y Egipto donde también nuestro Señor fue crucificado (cuando Jesús el Cristo, el Hijo de Dios, el verdadero Iniciado y ejemplo de todos los iniciados, purificó su cuerpo físico, de deseos y mental y se unió con su Íntimo y un rayo del Íntimo penetró en el cuerpo de Jesús. El mundo de Deseos tenia que ser purificado para proporcionar al iniciado un nuevo impulso. Y esa es la misión de la Iniciación Interna. El mundo de Deseos tenia que ser purificado para proporcionar al iniciado un nuevo impulso. Y esa es la misión de la Iniciación Interna. El Iniciado debe apurar como Jesús el cáliz del dolor y de la amargura, pero esa amargura se transmuta en compasión. En tal estado el ojo interno se abre a la completa realización de su misión de Salvador. Debido a esto obtiene la persona la completa convicción de que el cuerpo físico es una cruz que está sobre llevando, esto es, una prisión y no el hombre real. Esto le lleva al paso siguiente de su iniciación, a la crucifixión, que es experimentada por el desenvolvimiento de los otros centros, con lo que el cuerpo vital queda separado del cuerpo denso. Sodoma es el cuerpo de deseo y Egipto es el cuerpo denso, en donde también nuestro Señor fue crucificado encarnándose).

11:9 Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones (los espíritus de las razas y de las castas, cuyos <flujos> moran actualmente en la sangre del hombre) verán sus cadáveres (<flujos> iniciadores e iniciados) por tres días, (porque después de transcurridos tres días y tres noches y parte del cuarto, como se realiza la Iniciación. El Yo Soy emplea tres largas rondas y parte de la cuarta en nuestra iniciación, sumergiéndose en la materia, y el iniciado necesita tres días y parte del cuarto para poder ascender y colocarse a la diestra del Padre, en la cabeza “Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches sepultado para resucitar de entre los muertos”) y no permitirán que sean sepultados (<aparentemente> sean puestos en sepulcros).

11:10 Y los moradores de la tierra (los <reflujos> destructores, los del ejército del enemigo secreto) se regocijarán sobre ellos (porque no oirán más, la acusadora voz de la conciencia hablada por estos dos testigos) y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros (sus deseos y pensamientos ya no tendrán frenos y gozarán a sus anchas libremente) porque estos dos profetas (estos dos testigos del Señor) habían atormentado a los moradores de la tierra (a los<reflujos> de la lujuria y la ambición que yacen en la naturaleza inferior en el hombre, con el remordimiento y la voz de la conciencia).

11:11 Pero después de tres días y medio (tiempo de trance de la iniciación) entró en ellos el espíritu de vida (el aliento del Íntimo) enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies (lo despiertan de la muerte o del trance iniciático), y cayó gran temor sobre los que los vieron (sobre los <reflujos> del Enemigo interno en la baja naturaleza pasional).

11:12 Y oyeron una gran voz del cielo (del Padre en la cabeza), que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube (áurica); y sus enemigos (<reflujos> demoniacos) los vieron.

11:13 En aquella hora (del triunfo) hubo un gran terremoto (en la naturaleza baja), y la décima parte de la ciudad (la décima parte de los deseos que atormentan y obstaculizan el adelanto del hombre) se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; (el siete multiplicado por el número indefinido, que es el séptimo plano inferior del mundo de deseos) y los demás (de otros planos) se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del Cielo.

11:14 El Segundo ¡Ay! (o el sufrimiento) es pasado: he aquí el tercer ¡Ay! vendrá pronto.

La séptima trompeta

11:15 El séptimo ángel (que es el regente del Centro Coronario, iglesia de Laodicea) tocó la trompeta (vocalizó el séptimo sonido o letra final de la Palabra) y hubo grandes voces (de rápidas y poderosas vibraciones en el cerebro) en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de Nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos (porque el hombre obtuvo la liberación y se identificó con su Íntimo).

11:16 Y los veinticuatro ancianos (que rigen las facultades del Espíritu y que trabajan en la formación del hombre) que estaban sentados delante de Dios en sus tronos (en el cerebro), se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios;
11:17 diciendo (los ancianos): Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir (y bendiciendo y honrando al iniciado), porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

11:18 Y se airaron las naciones, y tu ira (tu Gran Furor) ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas (que se identificaron por la Energía Creativa), a los santos, y a los que temen (tienen) tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir (elimines por el nacimiento desde arriba) a los que destruyen la tierra (el funcionamiento normal del cuerpo).

11:19 Y el templo de Dios (el cuerpo) fue abierto en el cielo (cabeza,) y el arca de su pacto (los dos hemisferios cerebrales) se veía en el templo. Y hubo relámpagos (destellos de luz en el aura), voces (vibraciones sonoras), truenos, un terremotos y grande granizo (condensaciones de pensamientos y altos anhelos espirituales).

“Aquí termina la iniciación en el cuarto grado, y el Conquistador de sí mismo obtiene potestad sobre las gentes”.




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