sábado, 15 de agosto de 2015

CAP. XII


            INTRODUCCIÓN al Cap.  XII :
Y aparece la mujer vestida de sol, que es la luz del Inefable coloreada con el aura de las doce facultades del Espíritu. Esa luz trata de dar nacimiento al Cristo en el hombre; pero el dragón rojo o el deseo carnal quiere devorar al niño. El Dios Intimo protege a la mujer o Luz Divina y el Cristo nace. Entonces fue hecha una gran batalla entre Miguel, el Yo Soy Superior y el deseo del Yo inferior y éste fue lanzado del cielo (del cerebro) con todo su ejercito al infierno o parte inferior del Cuerpo.
Aquella Luz sigue obrando en el tubo central durante los tres años y medios restantes para robustecimiento del Cristo en el hombre.
La serpiente ígnea inferior trata de hacer llegar sus instintos y deseos al hombre para matar en él al Cristo, pero esta mente es vencida en su lucha y comienza a castigar al Iniciado levantando contra él todo el odio de los demás hombres.


Cap, XII

La mujer y el dragón

12:1 Apareció en el cielo (la cabeza) una gran señal (después del triunfo en la Iniciación); una mujer (el fuego ígneo del Kundalini, la luz del Logo, o Espíritu Santo que es la fuerza sustancia del cuerpo solar que principia a nacer después de la primera mitad del periodo de la Iniciación: tres y medio años, a los 1.260 días) vestida del sol (cuando por el tubo central llamado cordón ígneo central asciende el fuego ígneo hasta la cabeza, allí se transforma en Luz y queda como aureola brillante alrededor de la cabeza del Iniciado) con la luna (poder pasivo) debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (porque cuando el fuego creador dinamiza al centro coronario y éste vocaliza el sonido de la séptima letra de la Sagrada palabra, se despiertan las doce facultades del Espíritu o las doce glándulas internas y reflejan su luz en el cerebro del hombre).

12:2 Y estando en cinta, (de la energía y poder) clamaba con dolores de parto (el nacimiento de esta Luz es muy doloroso en el sistema del Iniciado), en la angustia del alumbramiento (como la Virgen Maria, Maya, la Energía Creadora parturienta de la Naturaleza, la base de la Vida Física, que significa la creación. El dolor del iniciado consiste en engendrar de su naturaleza pasional, al Cristo, Hijo de Dios; porque si el Cristo, no nace en él su Iniciación es nula e inútil).
12:3 También apareció otra señal en el cielo (en la cabeza); he aquí un gran dragón escarlata (Rojo, el deseo de la mente carnal que radica en el vientre, como instrumento del demonio o Satanás que puede por alguna pasión fuerte o emoción destruir al cuerpo solar del Cristo, en el mundo físico, y relegarle al mundo del espíritu cuando la fuerza ígnea del Kundalini sigue sin desarrollo, en el hombre; porque el desarrollo de los centros cerebrales produce una acción refleja sobre la naturaleza inferior, y a menos que el Iniciado sea fuerte y conquistador de si mismo por su pureza, el Dragón, el demonio deseo, devorará al niño o Luz de Logo antes de nacer), que tenia siete cabezas (los siete deseos o vicios dominantes que han sido dominados, pero surgen otra vez a la vida por el deseo consiente, cuyo principio es el factor de la encarnación del alma: Pues éste es el apego a la vida carnal. El aspirante puede extirpar el anhelo y el deseo de los asuntos más groseros del mundo material, pero su deseo revive cuando entra en planos más sutiles de la conciencia y al mismo tiempo percibe los reinos psíquicos de la existencia) y diez cuernos (las cinco facultades de la mente inferior y los cinco sentidos) y en sus siete cabezas (vicios) siete diademas (emanaciones áuricas de profanación.

12:4 Y su cola (el poder de la mente inferior, pasional, creador de Satanás, que ha sido muerta por la iniciación, surge otra ve a la vida) arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo (porque la mente inferior domina la tercera parte del cerebro como el dragón aparece ocupando un tercio del cielo estrellado hacia el horizonte. Ese dragón o deseo inferior en el hombre, arrastró la tercera parte de los <flujos> pensadores) y las arrojó sobre la tierra (para despertar en el hombre sus deseos y convertirse en ejército del Enemigo Interno. Todo ser que pide la liberación encuentra ante si muchos obstáculos, porque como dice Jesús: La puerta del cielo o el camino de la perfección es muy angosto) Y el dragón (el deseo carnal) se paró frente de la mujer (la Luz inefable) que estaba para dar a luz (al Ser Perfecto, al Cristo) a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

12:5 Y ella dio a luz un hijo varón (al Cristo en el corazón), que regirá con vara de hierro (de exactitud)  a todas las naciones (<flujos>); y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono (durante el segundo periodo de la Iniciación o gestación espiritual, el Hijo de Dios, asciende al cielo para sentarse a la diestra del Padre).

12:6 Y la mujer huyó al desierto (la Luz inefable se retiró a su plano propio interior desierto de toda pasión y anhelo), donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten (la desarrollen) por mil doscientos sesenta días (durante el segundo periodo de la Iniciación o tres años y medio, cuando el Iniciado comienza a triunfar al ascender la llama sagrada por el Cordón Central hacia la cabeza en donde reposa el Arca que encierra los misterios más elevados de la Iniciación).

12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo (la cabeza) Miguel (el <flujo> de la Súper-conciencia o conciencia Divina, despertada por el fuego sagrado durante el último periodo de la Iniciación) y sus ángeles (pensamientos puros) luchaban contra el dragón (el deseo inferior corrompido por los apetitos sexuales); y luchaban el dragón (el deseo) y sus ángeles (pensamientos inferiores),
12:8 pero no prevalecieron (fueron derrotados), ni se halló ya lugar para ellos en el cielo (porque Miguel, la Súper-conciencia Divina lanzó a Lucifer, la mente luciférica, o inferior desde el cielo, la cabeza, hacia el infierno o la parte inferior del hombre que es el bajo vientre en donde reinan las pasiones y los vicios).

12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón (El Deseo carnal), la serpiente antigua (El enemigo secreto e intimo del hombre) que se llama diablo y satanás (que corresponde al principio del deseo, de los apetitos del cuerpo, de las pasiones groseras y de la lujuria que tienen su origen en el instinto de reproducción y en la atracción de la vida generada), el cual engaña al mundo entero; fue arrojado en la tierra (en el vientre y bajo vientre) y sus ángeles (<reflujos> que producen los pensamientos libertinos) fueron arrojados con él.

12:10 Entonces oí una grande voz en el cielo (de la mente Superior), que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de Nuestro Dios (Íntimo), y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera del acusador de nuestros hermanos (del cielo), el cual los acusaba delante de nuestro Dios, día y noche (porque lo tentaba y los hacia caer en sus redes; pero ahora, por medio de la Iniciación, el deseo de la mente inferior fue arrojado del hombre, y por eso vino el reino de Dios).

12:11 Y ellos (los <flujos> constructores del nuevo ser, del neófito, el que se engendra a si mismo por la iniciación) le han vencido (al dragón o deseo inferior) por medio de la sangre (cuerpo espiritual o el fuego Creador) del Cordero y de la palabra (verbo, sonido Creador) del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas (su cuerpo psíquico o anímico, su cuerpo de deseo; porque el que ama su alma la perderá y el que aborrece su alma en este mundo la preservará para la eternidad: “San Juan Capitulo 12, versículo 25”): hasta la muerte.

12:12 Por lo cual alegraos, cielos (estado del espíritu) y los que moráis en ellos (<flujos> angelicales). ¡Ay de los moradores de la tierra (cuerpo físico) y del mar! (cuerpo de deseos) porque el diablo (aquella entidad formada y creada por vosotros) ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo (de vida para obrar en vosotros).

12:13 Y cuando vio el dragón (el deseo inferior que abarca todos los vicios) que había sido arrojado a la tierra (parte inferior del cuerpo), persiguió a la mujer (a la luz inefable del fuego Creado) que había dado a luz al hijo varón (al Cristo en el hombre).

12:14 Y se le dieron a la mujer (la que ejecuta el trabajo substancial del Kundalini) las dos alas (Ida y Píngala el cordón derecho y el cordón izquierdo en ambos lados de la espina dorsal) de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente (de aquella serpiente o dragón o naturaleza inferior) al desierto (en donde no crece ninguna pasión), a su lugar (destinado, en su mundo para que el Enemigo Secreto o Dragón derrotado en sus designios, no pueda detener el crecimiento espiritual del neófito), donde es sustentada por un tiempo, (un año) y tiempos (dos años) y la mitad de un tiempo (la mitad de un año: tres años y medio o 1260 días que abarca la segunda parte del periodo de la Iniciación).

12:15 Y la serpiente (la mente pasional) arrojó de su boca, tras la mujer (a la Luz que no puede alcanzar ya en el cerebro iluminado) agua (deseos) como un rio para que fuese arrastrada por el río. (para apagar aquella luminosidad por medio del cuerpo de los deseos y detener el crecimiento del Cristo en el hombre)

12:16 Pero la tierra (el físico) ayudó a la mujer (cordón ígneo central), pues la tierra abrió su boca, y tragó el río que el dragón había echado de su boca (el cuerpo físico absorbió todos los torrentes de deseos y ninguno de ellos pudo llegar al mundo del espíritu).

12:17 Entonces el dragón (el deseo inferior) se llenó de ira contra la mujer (aquella luz inefable en el iniciado); y se fue a hacer guerra contra el resto (centros, ganglios, y <flujos>) de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. (Porque al sentir su impotencia, por medio de ilusiones psíquicas fenoménicas, ante la inefable luz, se dedicó a combatir las intuiciones de la naturaleza intelectual.


No hay comentarios:

Publicar un comentario