INTRODUCCIÓN
al Cap. XIII :
Y aparece la bestia o Mente inferior con sus diez
poderes y siete vicios, semejante al leopardo y al dragón, que es el deseo a
quién le fue dado poder para derrocar al Iniciado. La cabeza de la bestia, o
esta naturaleza animal fue herida por la iniciación, pero fue curada y está presta nuevamente para luchar,
y muchos <flujos> y pensamientos y deseos siguieron a la bestia, porque
la mente intelectual, por la iniciación interna adquirió muchos conocimientos y
poderes, a manera de los magos negros. Luego otra bestia aparece que tiene dos
cuernos como el Cordero y es el intelecto que ejerce su poder contra la
Conciencia Superior o el amor, en nombre de la bestia, y hace grandes señales
de inteligencia con las cuales engaña a los moradores de la tierra,
obligándolos a adorar la intelectualidad que quiere negar todo lo que es
abstracto y de esta manera abandonar el saber de las Edades.
Cap. XIII
Las dos bestias
13:1 Me paré sobre las arenas del mar (sobre los pensamientos del mundo mental), y vi subir del mar una bestia (otra
bestia, otro dragón el intelecto que es el creador de los planos inferiores del
pensamiento, porque la anterior bestia fue la del mundo de los deseos) que tenía siete cabezas (siete vicios
dominantes del psíquico y del mental inferior) y diez cuernos (los cinco sentidos físicos y las cinco facultades
intelectuales); y en sus cuernos (facultades y sentidos) diez diademas (de falso orgullo y de falsa percepción) y sobre sus cabezas (de los siete
deseos anímicos o psíquicos) un nombre
de blasfemo (nombre de un vicio).
13:2 Y la bestia que vi era semejante a un
leopardo (de abigarradas manchas de
colores formados por la variedad de ideas y deseos), y sus pies (garras) como de
oso (animal sucio y feroz), y su
boca como boca de león (simulando la nobleza del rey de los animales:
representando de esta manera el más alto desarrollo del intelecto humano,
privado de la razón filosófica y la intuición espiritual y que es la admiración
del mundo profano, quien cree que sus preceptos son los del <flujo>
Íntimo o de la Sabiduría Divina). Y el
dragón (Deseo) le dio su poder y su
trono, y grande autoridad.
13:3 Vi una de sus cabezas como herida de
muerte, pero su herida mortal fue sanada
(porque su cabeza que es el anhelo de vivir según los deseos de los sentidos
físicos, fue herida por la razón filosófica; pero para su satisfacción de goces
carnales relega todo conocimiento espiritual, como desconocido e incomprensible
y revive para satisfacer sus sentidos en el mundo Material) y se maravilló toda la tierra (todo el
físico) en pos de la bestia (El
intelecto),
13:4 y adoraron al dragón (el Deseo) que
había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién
como la bestia (al intelecto), y quién podrá luchar contra ella?
13:5 También se
le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias (como por ejemplo: el fin justifica el medio, o el
honor con sangre se lava, o hay que ver para creer, etc.); y se le dio autoridad para obrar cuarenta y dos meses (tres años y
medio, el primer período de la iniciación durante el cual el neófito, al pasar
por los planos psíquicos, sufre su influencia tremenda y si no lucha contra su
intelecto que pide ver para creer y que a veces le dice: si me adoras te daré
el reino del mundo material, caerá en sus redes para convertirse en un falso
iniciado).
13:6 Y abrió su boca en blasfemias contra
Dios (negando su existencia, porque
no tiene pruebas científicas), para
blasfemar de su nombre (su verbo,) de
su tabernáculo (profanar su cuerpo), y
de los que moran en el cielo (las ideas que alumbran la mente).
13:7 Y se le permitió (al intelecto) hacer
guerra contra los santos (sentimientos constructores del saber espiritual),
y vencerlos. También se le dio autoridad
sobre toda tribu, pueblo, lengua y nació (porque el intelecto, la mente
carnal tiene poder sobre toda la humanidad, que no cree en la Súper-conciencia
y la sabiduría divina).
13:8 Y la adoraron todos los moradores de la
tierra (<reflujos> y hombres, le
adoraron ciegamente cuando la bestia proyectó sobre la pantalla mental una
imagen de sí misma, y así adoraron sus conceptos ilusorios, y de esta manera la
mente carnal se convirtió en el Dios Antropomórfico de todas las religiones
esotéricas con todos sus seguidores) cuyos
nombres no estaban escritos en el libro (de la Sabiduría) de la vida del cordero (del
<flujo> Hijo de Dios o Íntimo), que
fue inmolado (sobre la cruz de la materia por sus encarnaciones) desde el principio del mundo (y la
muerte de Jesucristo en la cruz no es más que reminiscencia o repetición de un
hecho de siglos inmemoriales de la misma naturaleza).
13:9 Si alguno tiene oído (interno y que puede oír la voz silente del Íntimo
Dios) oiga (y entienda).
13:10 Si alguno lleva a cautividad, va en
cautividad (es la sabia ley de la
causa y efecto impuesta por la justicia del Íntimo en el hombre); si alguno mata a espada, a espada debe ser
muerto (con la misma vara que midiereis, seréis medidos). Aquí está la paciencia y la fe de los
santos (que viven pagando sus deudas sin contraer otras; se inician en los
misterios e impersonalmente ayudan a los demás sin pensar en el provecho
personal).
13:11 Después vi otra bestia que subía de la
tierra (la fuerza del sexo que sube
de la región más baja del cuerpo); y
tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón
(esta imitación de cordero que es la fuerza y el deseo sexual binaria o dual;
amor espiritual y amor sentimental. El amor sentimental que semeja al cordero
siempre engaña con su parecido al amor espiritual del Cordero, pero obra como
el dragón de cuya fuente provienen las visiones de éxtasis religiosos y las
manifestaciones mediúmnicas de espiritismo inferior).
13:12 Y ejerce toda la autoridad de la
primera bestia en presencia de ella
(por medio del exotismo sexual, tiene la potencialidad de la Naturaleza
inferior, cuando los elementos inferiores acuden al llamado del magnetismo
universal, provocado vilmente por la energía sexual pervertida); y hace que la tierra y los moradores de
ella adorar a la primera bestia (la naturaleza inferior pasional), cuya herida mortal (causada por la
sabiduría divina) fue sanada.
13:13 También hace grandes señales, de tal
manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los
hombres (porque este enemigo Secreto
por medio de su poder mágico tenebroso atrae el fuego Creador de la cabeza, inseminando
el cerebro para la satisfacción de las pasiones carnales del hombre).
13:14 Y engaña a los moradores de la tierra (por medio de su fervor erótico) con las señales que le ha permitido hacer en presencia de la bestia
(aquellos seudo-milagros que obtienen los magos negros al emplear el magnetismo
sexual; prodigios que son producidos por el erotismo, la credulidad ciega y la
imaginación presa al servicio de la hechicería fálica. Todos estos fenómenos
convencen al intelecto de haber recibido “Revelaciones”, creando así la imagen
de la bestia o intelecto), mandado a los
moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia (el intelecto) que tiene la herida de espada (de la
espada flamígera), y vivió.
13:15 Y se le permitió infundir aliento (vida a sus imágenes, a sus ideas, anhelos y
pensamientos creando formas o entidades de las mismas ) a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase (para que el
pensamiento de la mente inferior obre en el hombre convenciéndole con los
fenómenos realizados) e hiciese matar a
todo el que no adorase (porque en verdad, los hombres cuyas manos y rostros
no están manchados y cuyos corazones henchidos por la luz y la sabiduría
divina, están expuesto a la persecución de los hombres como enseñó Jesús en el
Evangelio).
13:16 Y hacía que a todos, los pequeños y
grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca (estigma nefasto) en la mano derecha (por el acto y el obrar), o en la frentes (por el pensar),
13:17 y que ninguno pudiese comprar ni
vender, (dar y recibir enseñanzas) sino el que tuviese la marca (autoridad
mundana y religiosa) o el nombre de la
bestia (la mente o intelecto), o el
número de su nombre.
13:18 Aquí hay sabiduría. El que tiene
entendimiento, cuente el número de la bestia (mente carnal) pues es número
de hombre (el único ser de los vivos que posee el intelecto). Y su número es seiscientos sesenta y seis
(666 en la Cábala, reducido de esta manera 6 + 6 + 6 = 18; es el décimo octavo
arcano, el descenso completo del hombre en la materia. Es la mente inferior
completamente materializada; es el intelecto al servicio de los deseos bajos y
pasiones carnales; es el abuso más criminal que pueda hacerse de las ciencias
mágicas. Es el pacto de la mente con el Enemigo Secreto: 666 es el resumen de
la magia negra y supersticiosa a la que se entregan la mayoría de los hombres
consciente o inconscientemente. La Mente Inferior en el hombre que es la
Bestia, en el griego se titula: He Phren: estas letras reducidas a números
suman 666).
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